EXTRA!
Más de 25.000 personas disfrutaron de la tercera edición del festival Río Babel, que se celebró en IFEMA del jueves 4 al sábado 6 de julio, unas fechas complicadas por su coincidencia con las fiestas del Orgullo LGTBI, que sin embargo no impidieron que el público se dejase la piel en una de las citas musicales más potentes del verano en la capital. Un cartel heterogéneo, con artistas que van de lo urbano al indie, pasando por la electrónica o la raíz latinoamericana, lograron que muchos apostasen por un evento al que es difícil colgar etiquetas por su apuesta firme por la diversidad de géneros.
centrarnos en el cartel, el necesario tirón de orejas: sabemos que las colas son
habituales en los festivales, pero la desorganización del primer día nos dejó
un sabor agridulce más allá de la fiesta que supuso la jornada. Los malos modos
de una parte del personal de seguridad en la entrada del recinto y en los
fosos, el descontrol en la cola de acreditaciones y el caos en las barras de
bebidas le restaron brillo a un evento intachable en lo musical. Por suerte,
durante el viernes y el sábado estas cuestiones mejoraron sustancialmente. Y
una cosa más con la que estarán de acuerdo todos los asistentes: si se celebra
un evento en un lugar en el que la única opción de transporte público finaliza
antes del festival, es de justicia proporcionar un servicio de lanzadera al
centro de Madrid. O al menos responder a quienes te preguntan por ello. Porque la música importa, pero que tus clientes se sienta
cuidados es importante.
puertorriqueño Bad Bunny reinó en la jornada del jueves ante las miles de personas que se
desplazaron hasta el recinto para bailar los temas de su primer
trabajo, ‘X 100PRE’, así como hits de
la talla de ‘Te boté’, ‘Mía’ o ‘Soltera’. Con unas proyecciones de altura
y acompañado por un imponente cuerpo de baile, la actuación del rey del trap arrancaba con ‘Ni bien ni mal’ sin
necesidad alguna de autotune,
proclamando el valor del género frente a los prejuicios de quienes no saben apreciar la música latinoamericana.
(en buena parte por debajo de los 20 años) se dejaron la piel coreando
piezas en las que es posible encontrar críticas a la violencia de género, como
en ‘Solo de mí’, o cantarle a esas relaciones que nos hacen tocar fondo hasta vernos preguntándonos cómo llegamos allí, algo que ocurre en la
balada ‘Amorfoda’. En toda fiesta hay espacio para ponerse serio, y en las
letras del ídolo latino al que sólo en Instagram siguen más de 18 millones de
personas es posible encontrar ajustes de cuentas además de euforia. Con ‘Callaíta‘ llegaba el cierre de una actuación en la que no faltó el humo ni el fuego, para
dar paso a los temas de ‘OASIS’, el reciente mixtape publicado junto a J. Balvin.
jornada del viernes con los sonidos orgánicos y la voz suave a la par que
poderosa de Mon Laferte, uno de los talentos chilenos más importantes de la
actualidad. Desde que en el año 2017 consiguiera el reconocimiento
internacional con su actuación en Viña del Mar, donde se alzó con la Gaviota de
Plata y de Oro, la artista ha ido en ascenso con una carrera que la ha llevado
a emocionar en un festival de la talla del Coachella, donde compartió escenario
con Ariana Grande o Tame Impala. En Río Babel se la vio
cómoda bajo el salvaje sol de julio, recorriendo géneros como la salsa, el
bolero mexicano o la cumbia, luciendo en su parte final una bandera arcoíris
con la que demostró su apoyo a la diversidad. Su interpretación de ‘En Mambo’ fue nuestro momento favorito, con un público entregado a la causa que se apuntó
en el móvil alguno de los temas de sus últimos trabajos para seguirle la pista.
y poesía hubo en el concierto de Jorge Drexler! Cuesta no emocionarse cuando el
uruguayo habla de cómo Bolivia acogió a su padre, cuando este huía de la
Alemania nazi desde su país natal, lo mismo que al rendir homenaje a la labor humanitaria del barco español Open Arms en ‘Movimiento’ o al reivindicar las fiestas del Orgullo LGTBI y recordar su
cariño por el barrio de Chueca. Entre los grandes momentos de una actuación
redonda, la interpretación de esa gran canción que es ‘Todo se transforma’ y un ‘Silencio’ en el que las pausas acompañadas de proyecciones blancas hicieron
saltar a todos los presentes. Muy aplaudidas fueron sus palabras contra
los partidos que ni saben ni entienden de la importancia de la ciencia ni del
cuidado del planeta para dejar paso a ‘Despedir a los glaciares’. Qué
necesarios los artistas valientes a los que es prácticamente imposible dejar de
mirar incluso en lugares en los que distraerse es lo más sencillo… No cuesta
reconocer a un maestro cuando se tiene delante.
cambio de público en las primeras filas con la llegada de Dorian, la banda catalana
habitual en grandes festivales que acaba de lanzar un bellísimo videoclip de
‘La isla’, que llegó al comienzo de su actuación, con lanzamiento de confeti
incluido como preludio de una fiesta que no se quiso perder el vocalista de
Love of Lesbian, Santi Balmes, con quien Marc Gili compartió escenario en ‘Los
amigos que perdí’. Sería mentir decir que ‘A cualquier otra parte’ no sigue
siendo el gran momento que esperan todos los que acuden a verles, pero la maestría con
la que suenan sus teclados y lo fácil que es sentirse volar con su sonido conquistan con facilidad a quienes se entregan a sus directos. Las proyecciones de formas
geométricas acompañaron una cita en la que los temas de su último trabajo, ‘Justicia universal’l, se corearon con ganas. Hay más sabiduría en letras como ‘Algunos amigos’ o ‘Hasta que caiga el sol’ que en cualquier libro barato de
autoayuda.
después, Gili volvía al escenario para interpretar ‘Cuando no me ves’ junto a
Santi Balmes en la actuación de uno de los grupos más queridos del panorama
musical español: Love of Lesbian. La de recuerdos que se le vienen a uno a la
cabeza cada vez que vuelve a escuchar letras como las de ‘Alguien por las calles’ o ‘Segundo asalto’… Vestido de blanco, Balmes demostró estar en forma en una
noche a la que se unió la mexicana Silvina Estrada en una versión diferente de ‘Incendios de nieve’, uno de los grandes himnos de la formación junto a ‘Club de
fans de John Boy’. Como muchos de los grupos,
Balmes tuvo unas palabras para el Orgullo LGTBI y para aquellos con ‘caspa en el cerebro’, a los que
sepultó con su ‘Manifiesto delirista’. ‘Planeador’ y ‘Allí donde solíamos
gritar’ cerraron un show lleno de emoción, nostalgia y
conexión con todos los presentes.
gustado poder disfrutar del recital de La Pegatina, pero al igual que nos
ocurrió al día siguiente con Fatboy Slim, era elegir entre volver a casa o
quedarnos colgados de madrugada. Eso
sí, hay que reconocer el gusto que da encontrar una zona de restauración con más de
una docena de puestos y mesas compartidas. Ninguno de los tres días tuvimos que esperar más de 15 minutos para llenar el estómago. ¡Que
aprendan muchos festivales!
del día anterior llegamos a sentir viendo a Bomba Estéreo, plato
fuerte del sábado. El grupo colombiano liderado por Simón Mejía y Liliana
Saumet se hizo de rogar, con una larga introducción instrumental que dio paso a ‘Pájaros’, ‘AYO’ y ‘Soy yo’, esta última convertida en uno de los puntos fuerte
de su repertorio. Es imposible dejar de bailar con los ritmos de una banda que
ha llenado de color y alegría escenarios de todo el mundo, apoyándose en el
gran carisma de su vocalista y en una puesta en escena espectacular. ‘Fuego’, ‘Fiesta’, ‘Somos dos’ y ‘To my love’, que ya han visto más de 300 millones de
personas en Youtube, llevaron a los asistentes a otra realidad en la que sólo había palmeras, mojitos y mucho sol. ¿Alguna persona en el
planeta es capaz de no mover los pies con ‘Carnavalera’? Lo dudamos mucho.
Pasaba la medianoche cuando
Nita y Alejandro Acosta se convertían en protagonistas. Un inicio marcadamente
teatral al son de los cajones, en el que la cantante de Fuel Fandango aparecía con un buen
número de claveles que fue lanzando al público, sirvió para arrancar con ‘Always searching’ y ese hit que es, sin duda, ‘Trece lunas’. ‘Burning’, ‘New life’ y ‘Shiny Soul’ fueron puntos
álgidos de una poderosa actuación que constata la década de trabajo duro en la
que han ido imponiendo su fórmula de flamenco-fusión por todo el país. La
tradición y lo contemporáneo se mezclaron en temas con ecos de música negra y
electrónica de vanguardia. Un cóctel explosivo con el que dijimos adiós a un
festival repleto de buenas propuestas musicales que recordaremos con cariño. ¡La
edición del 2020 ya está confirmada!