EXTRA!



Cierto es que la oferta
museística de Madrid es inmensa y quizá debido a ello el Museo ABC no suele confeccionar una lista de
prioridades.
Sin embargo, este enclave resulta una visita imprescindible tras
más de seis años de trabajar con mimo y tesón el mundo del dibujo y la
ilustración. Y como tal se vuelve a reivindicar al alojar en sus salas una
ventana al universo del Premio Nacional de Ilustración 2016, Javier Sáez Castán (Huesca, 1964), en una muestra de más de 50 piezas bajo el nombre de ‘Prodigios y curiosidades’.


Las aguas por las que se mueve Sáez Castán son principalmente las de
los libros infantiles y tal vez por eso
resulte un desconocido para el público general. Sin embargo, el reciente
premio no es fruto de la casualidad sino de un minucioso y mágico trabajo en la
narración a través de ilustraciones durante muchos años.

Y es que es precisamente esa
continuidad la que hace del arte de Castán
algo digno de pararse a observar. El ilustrador no es en su caso quien adorna la historia
que cuenta el escritor, siendo sus creaciones las principales protagonistas, el
auténtico eje de la historia,
y las palabras quienes se pliegan a la
voluntad del dibujo para acompañarle en su fantástica narración.



Para conseguir esta plenitud del
libro-álbum, Sáez Castán se esmera
en un estilo expresivo, inequívoco, que impide apartar la vista. Muchas de sus
ilustraciones beben de la impronta decimonónica y perfectamente podrían
ilustrar vetustas ediciones de Swift,
Verne o Stevenson. Pero tras esta impresión inicial hay otras referencias
que hacen sonreír al espectador que las descubre: lo grotesco de Goya, el misterio de Magritte o la precisión mágica de Doré se adivinan aquí y allá entre
los paneles del artista aragonés.

Sus equilibrios entre la
deformidad y el rigor de la historia natural hacen que la narración infantil
sea el entorno natural para las ilustraciones de Castán. Allí donde el absurdo y lo improbable son perfectamente
legítimos crecen a gusto sus animales fantásticos, sus profesores chiflados,
sus bebés gigantescos.
La ciencia, los monstruos marinos, los juguetes animados
y la prestidigitación son sólo algunos de los elementos que logran la
fascinación de niños y adultos por igual.
De este modo, no podemos dejar de
recomendar pasarse antes del 26 de marzo (acceso gratuito) por la planta baja del Museo
ABC
, donde estantes llenos de libros y divertidas actividades acompañan el
trabajo de Sáez Castán en una pequeña muestra que se nos ofrece para engancharnos a sus universos. Ideal
para acompañar a los pequeños de la familia y para despertar a esos niños insaciables que duermen en nosotros esperando aventuras e historias imposibles.