EXTRA!
‘Cowspiracy: el secreto de la sostenibilidad’ es un documental financiado por crowdfunding y estrenado en 2014 que ha revolucionado el activismo ecológico derribando los
prejuicios de la sociedad en un debate pocas veces llevado a los grandes
medios: la sostenibilidad de los hábitos alimenticios y muy especialmente
del consumo de carne.
La
investigación arranca con Kip Andersen, director del film junto con Keegan Kuhr, que
tras ver ‘Una verdad incómoda’ decide cambiar su forma de vida para contribuir
a disminuir el impacto ecológico del ser humano en nuestro planeta. Este famoso documental presentado y
promocionado en 2006 por el que fuera candidato demócrata a la
presidencia y exvicepresidente de EE.UU., Al Gore, contribuyó a dar a conocer el problema del cambio climático y la responsabilidad del ser
humano en el mismo. Y verdades incómodas, como aquella, son las que investigan Andersen y Kuhr
para el espectador.
investigación arranca con Kip Andersen, director del film junto con Keegan Kuhr, que
tras ver ‘Una verdad incómoda’ decide cambiar su forma de vida para contribuir
a disminuir el impacto ecológico del ser humano en nuestro planeta. Este famoso documental presentado y
promocionado en 2006 por el que fuera candidato demócrata a la
presidencia y exvicepresidente de EE.UU., Al Gore, contribuyó a dar a conocer el problema del cambio climático y la responsabilidad del ser
humano en el mismo. Y verdades incómodas, como aquella, son las que investigan Andersen y Kuhr
para el espectador.
La pareja de directores se dedica a hacer aquello que nos han repetido hasta la
saciedad medios de comunicación, científicos y ONG’s para evitar la devastación
del planeta: separar la basura apostando por el reciclaje, poner bombillas de bajo
consumo, darse duchas cortas, ir en bicicleta en lugar de coger el coche, etc.
Sin embargo, un inocente post en una red social les lleva a un informe de la
ONU que afirma un hecho asombroso: las vacas producen más gases de efecto
invernadero que todo el sector del transporte (18% vs. 13%).
saciedad medios de comunicación, científicos y ONG’s para evitar la devastación
del planeta: separar la basura apostando por el reciclaje, poner bombillas de bajo
consumo, darse duchas cortas, ir en bicicleta en lugar de coger el coche, etc.
Sin embargo, un inocente post en una red social les lleva a un informe de la
ONU que afirma un hecho asombroso: las vacas producen más gases de efecto
invernadero que todo el sector del transporte (18% vs. 13%).
A
partir de este dato, el documental se convierte en una sucesión de estadísticas que revelan el enorme impacto que la agricultura animal y la
ganadería tienen en la destrucción de la Tierra, así como una serie de
entrevistas a representantes de diferentes ONG’s ecologistas que se quedan sin
palabras o prefieren mirar a otro lado cuando se pone el tema sobre
la mesa.
partir de este dato, el documental se convierte en una sucesión de estadísticas que revelan el enorme impacto que la agricultura animal y la
ganadería tienen en la destrucción de la Tierra, así como una serie de
entrevistas a representantes de diferentes ONG’s ecologistas que se quedan sin
palabras o prefieren mirar a otro lado cuando se pone el tema sobre
la mesa.
De
este modo, el director se reúne (o lo intenta) con militantes y exafiliados de algunas de las organizaciones que luchan contra el cambio climático y
la destrucción del planeta, como 350.0rg, Greenpeace, Sierra Club, Climate
Reality, Rainforest Action Network y Amazon Watch. Nadie quiere reconocer
el problema, ni siquiera hablar de él. El sistema puede
ser tan perverso que las propias ONG’s dependen de las donaciones y, por tanto, de lo socialmente aceptado por la opinión pública. También hay espacio y voz en el documento para ganaderos y veganos, así como para diversos médicos a favor de esta práctica consistente en la abstención del consumo y uso de productos de origen animal.
este modo, el director se reúne (o lo intenta) con militantes y exafiliados de algunas de las organizaciones que luchan contra el cambio climático y
la destrucción del planeta, como 350.0rg, Greenpeace, Sierra Club, Climate
Reality, Rainforest Action Network y Amazon Watch. Nadie quiere reconocer
el problema, ni siquiera hablar de él. El sistema puede
ser tan perverso que las propias ONG’s dependen de las donaciones y, por tanto, de lo socialmente aceptado por la opinión pública. También hay espacio y voz en el documento para ganaderos y veganos, así como para diversos médicos a favor de esta práctica consistente en la abstención del consumo y uso de productos de origen animal.
En
su desenlace, el documental aboga en favor de la
dieta vegana con cierto sentimentalismo. Sin embargo, la novedad que presenta la producción es que no realiza una defensa de esta opción desde la perspectiva de la salud de los individuos que la
llevan a cabo o de los derechos animales, sino reflexionando sobre la sostenibilidad de un planeta que ha aumentado su población en
6000 millones de personas durante los últimos 100 años.
su desenlace, el documental aboga en favor de la
dieta vegana con cierto sentimentalismo. Sin embargo, la novedad que presenta la producción es que no realiza una defensa de esta opción desde la perspectiva de la salud de los individuos que la
llevan a cabo o de los derechos animales, sino reflexionando sobre la sostenibilidad de un planeta que ha aumentado su población en
6000 millones de personas durante los últimos 100 años.
Aunque los datos que proporciona la obra buscan el impacto constante del espectador y pueden parecer exagerados, el documental no se caracteriza por su sutileza. La lógica tras la polémica es transparente: alimentarnos
de los animales implica cada vez áreas más extensas dedicadas a su crianza y manutención, algo que si se destinase al cultivo para el ser humano terminaría con el hambre de multitud de personas.
Esté
o no de acuerdo el espectador con el ideario del documental, dialogar y meditar
sobre los hábitos alimenticios y el impacto que estos tienen sobre el
planeta es algo necesario. Para la reflexión queda la cita de Martin Luther King que abre el montaje: ‘Al final, no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio
de nuestros amigos’. El debate está servido.
de los animales implica cada vez áreas más extensas dedicadas a su crianza y manutención, algo que si se destinase al cultivo para el ser humano terminaría con el hambre de multitud de personas.
Esté
o no de acuerdo el espectador con el ideario del documental, dialogar y meditar
sobre los hábitos alimenticios y el impacto que estos tienen sobre el
planeta es algo necesario. Para la reflexión queda la cita de Martin Luther King que abre el montaje: ‘Al final, no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio
de nuestros amigos’. El debate está servido.
1 Comment
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Cowspiracy es un documental que todos tenemos que ver y cuanto antes.