EXTRA!
Fellina en Chamberí

Si hay algo de lo que se sienten
orgullosos los italianos es de su riqueza gastronómica. Un fiel reflejo de sus
raíces, de los olores y sabores del Mediterráneo, de su vitalidad y sabiduría.
El genial cineasta italiano Federico Fellini decía que la vida es una combinación de
magia y pasta; y es que a más de uno no le importaría disfrutar de la dolce
vita
con un buen plato de pasta en la mesa, una deliciosa pizza o un rico
postre al cioccolato. Fellina es el nuevo italiano de Madrid del que no querrás
salir, donde tradición y modernidad se fusionan en cada uno de sus platos
,
haciendo honor a la añorada cocina de la nonna.

Ubicado en el número 21 de la calle Caracas (donde se
situaba el antiguo Random), la nueva apuesta del Grupo Le Cocó, formado por Esteban Arnaiz y Aynara Menchaca, se encuentra en pleno
barrio de Chamberí, donde ya es posible disfrutar de los mejores bocados del país de la bota en familia, con amigos y hasta con tu inseparable colega de cuatro patas. La etiqueta de dog friendly nos gusta tanto como
 su decoración y la
originalidad de sus platos.
Cuando uno llega a Fellina deja aparcada
la Lambretta fuera y se prepara para adentrarse en un auténtico viaje ambiental y
gastronómico. Al local no le falta detalle, con dos estancias claramente diferenciadas: un comedor y una terraza encajan en perfecta armonía gracias a su colorido y mezcla de materiales. 
El estudio Madrid in love ha sido el encargado de recrear el espíritu italiano. No faltan manteles de cuadros ni flores que se apropian de los asientos, además de tablas de madera decorando
las paredes, destacando una barra que simula ser un mercado con ristras de pimientos y
laurel. Abunda el color verde y unos inmensos
ventanales. Su aspecto, en definitiva, es tan agradable como
instagrameable.
Ahora bien (attenzione!), la carta es tan amplia que lo mejor es pedir consejo al atento personal, sobre todo para que al final quede hueco para el postre. Es un gusto ir abriendo boca con una burrata, que llega a mesa acompañada de tomate confitado y
mermelada de cebolla roja que, junto a un ligero chorrito de aceite, se convierte en
un auténtico manjar. No son menos sus berenjenas a la parmesana, que se deshacen en boca, ni su vitello tonnato, unas finas lonchas
de ternera acompañadas de alcaparras y aceitunas. Un ligero y sorprendente entrante a tantear es el compuesto por las flores de calabacín en tempura, con mayonesa de ajo asado y
albahaca.

Los platos de Fellina
De primero interesan platos de pasta como sus originales spaghetti alla carbonara (preparados con yemas de huevo de corral, guanciale y pecorino) o los fetuccine
negros con pulpitos y mejillones
. No es mala idea dejarse cautivar con alguno de sus risottos o volverse tan loco como el gato Garfield con la lasagna Fellina (elaborada con tomate, carne y
salchicha). 
Si eres de buen comer, después puedes atreverte con alguna de
sus carnes o pescados, así como compartir alguna de sus pizzas al horno o fritas (las únicas de este tipo que encontrarás en Madrid). 
Ya avisamos de que la de setas y trufa es todo un
manjar…



Hasta 40 referencias de vinos italianos y españoles brillan en la carta líquida del restaurante, mientras que postres como la torta de la nonna, una increíble pannacotta al cioccolato, el clásico tiramisú y los fagottino (saquitos) alla Nutella se convierten en verdaderos caprichos con los que perder el sentido. Los comensales pueden disfrutar de esta experiencia de 13.00 a 16.30 h. y de 21.00 a 00.30 h., por un precio medio que ronda los 25 euros por persona.


Y para aquellos que quieran continuar la fiesta, el clandestino Anónimo Club espera en el sótano con acceso mediante contraseña. Protagonista de los afterworks más exclusivos de la ciudad, este íntimo espacio da la bienvenida con un neón que dice ‘Disappear Here’. Toda una declaración de intenciones que, junto a su luz tenue, la música, el champán y los cócteles de autor, hará que disfrutes de una velada inolvidable hasta bien entrada la madrugada. Ti piace l’idea?

Texto de Miriam de León.
Fotos: David Molina.