EXTRA!
Londres,
3 de septiembre de 1939. La fecha en la que Inglaterra entra en guerra y se inicia la Segunda Guerra Mundial es
también la elegida por el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, para invitar a su casa al escritor y catedrático de
la Universidad de Oxford, Clive Staples Lewis, para debatir sobre la vida y la muerte. O quizá no.
‘La sesión final de Freud’ es una obra escrita por Mark St. Germain y dirigida por Tamzin Townsend que reconstruye el que hubiese sido un importante duelo entre dos grandes figuras de la época. St. Germain extrae este encuentro imaginario del libro del psiquiatra Armand Nicholi ‘La cuestión de Dios’. El montaje se representa hasta el próximo 12 de julio en el Teatro Fígaro tras el éxito conseguido el pasado mes de enero en la Sala Pequeña del Teatro Español, donde agotaron localidades.
La historia trascurre en la casa del filósofo en Londres, ciudad a la que se vio obligado a exiliarse con su familia por el peligro que corría tras la anexión de Austria a la Alemania nazi. El despacho del filósofo que su hija Anna decoró recreando la consulta que tenía en su país de origen sirve de escenario permanente durante la función.
escuchar las opiniones de quienes le rodean siempre que se expliquen razonadamente. En sus últimos días de vida sus capacidades mentales continúan
en perfecto estado.
S. Lewis, a quien da vida el actor Eleazar Ortiz, fue el creador de la saga de libros ‘Las crónicas de Narnia’. Aunque
durante su vida se interesó por diferentes ideologías religiosas, en este
momento es católico debido a la influencia de amigos como J.R.R. Tolkien, autor de ‘El señor de los anillos’.
provocada por la enfermedad que sufre,
no impide que Lewis se
enfrente a él tratando de rebatir los argumentos que expone el filósofo en
temas como la elección de una muerte digna. El científico era partidario
del suicidio asistido, práctica a la que acabaría sucumbiendo al ser incapaz de soportar
el dolor de la enfermedad que apagaba su vida.
que, a pesar de la edad, su mente se mantiene lúcida a través de comentarios
ingeniosos que restan seriedad a un debate cuyo tono se eleva en determinados momentos. El amor, el sexo o la existencia de Dios
son algunos de los temas que discuten en una noche crucial.
una conversación formal con puntos irónicos que generan un debate entretenido y ágil que contrasta con momentos menos fluidos. Los dos
actores, impecables en sus respectivos papeles, suscitan un interesante debate
que revela las visiones de ambas figuras sobre temas trascendentales y
preguntas que siguen generando controversia.