EXTRA!

Bandera de la Unión Europea

El papel exterior de la
Unión Europea (UE), el impacto del Brexit, el auge de diversos movimientos extremistas
antieuropeos, la crisis de refugiados o el modelo energético de la propia unión
y su implicación en la lucha contra el cambio climático
son algunos de los
temas que han inundado los telediarios en los últimos meses y que se encuentran entre los que más preocupan a los europeos, según el último informe del
Eurobarómetro.

Con el título ‘El papel de Europa en el mundo’ y tras el éxito de la convocatoria de las conferencias
sobre ‘El papel de España en el mundo’, el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), en colaboración con el grupo editorial ‘Política Exterior’, organizó un espacio donde discutir sobre todos estos temas junto a otro que no ocupa tanto tiempo en los informativos como debería:
la cooperación al desarrollo. La cita se llevó a cabo del pasado 13 al 22 de junio en las instalaciones de La Casa Encendida.
Una larga lista de expertos en diversas áreas temáticas fueron estableciendo un diálogo con el público, intentando llegar a
conclusiones sobre qué es Europa hoy en día y qué camino quiere seguir en el
futuro, reflexionando así sobre la construcción de la identidad europea.
Como comentó la subdirectora del grupo editorial ‘Política Exterior’
Aúrea Moltósi algo tiene claro
Europa es lo que no quiere ser, señalando las políticas del presidente de los Estados Unidos, 
Donald Trump.
Entre los ponentes destacaron el televisivo politólogo Pablo Simón, editor también de ‘Politikon’; la directora de
esglobal.org, 
Cristina Manzano; el coordinador de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Madrid, Francisco Garrido; el director de periodismohumano.com, Javier Bauluza; la exsecretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Riberay el experto en medio ambiente y cooperación, además de responsable
del interesante blog Ecoclub de lectura,
 Ignacio Santos.
Tampoco faltó el catedrático
de Derecho de la Universidad de Valencia, Javier
de Lucas
, quien realizó algunas de las aportaciones más sugerentes en la
sesión sobre interculturalidad
, recalcando las diferencias del
modelo europeo con el americano. Aunque no es conocido por todo el mundo, el lema que la Unión Europea adoptó en el año 2000 fue ‘Unidos en la diversidad’, frente al ‘De muchos, uno’ estadounidense.

El papel de Europa en el mundo
De Lucas recomendó que no
se utilizase el término refugiados para referirse a las personas que huyen de la guerra en
Siria, pues en realidad no se les permite serlo.
Sería más correcto hablar de
personas que buscan asilo. Según él, el mejor filósofo español fue Averroes, un cordobés musulmán nacido
en el siglo XII, ejemplo de cómo el islam no es externo a Europa.
Por último, manifestó su decepción frente a quienes se autodenominan progresistas al mismo tiempo que utilizan términos propios de un lenguaje paternalista, como la tolerancia, cuyo origen está en soportar al otro en vez de en su aceptación.
Tal y como decía el ‘padre de Europa’ Jean Monnet, ‘Europa se forjará en las crisis’. Sobre todo, porque no le quedará más
remedio. En un mundo en constante cambio y con un desequilibrio que parece no tener
fin, sobresalen el descalabro del mercado laboral y el impacto de la
digitalización y la robotización, así como la destrucción del medio ambiente y de los sistemas de valores sociales.
Por tanto, es más que necesario replantearse el camino a seguir.
Si en algo coincidieron los ponentes de las seis sesiones fue en la
necesidad de una Europa más unida para hacer frente a numerosas problemáticas,
así como en el hecho patente de que, por mucho que se haya intentado, la UE no
forma un bloque compacto, siendo la suma de 27 estados (si ya no contamos entre
sus filas a Reino Unido) con intereses propios y que caminan en diferentes
direcciones. Pese a ello, sólo si trabaja como bloque se podrá seguir marcando una senda con poder efectivo en el mundo globalizado.

Desde luego, este no es un problema nuevo. El
escritor austriaco Stefan Zweig ya
mostraba su preocupación por la desunión europea en el que fue su testamento literario, el imprescindible ‘El mundo de ayer’, que no en vano
lleva como subtítulo ‘Memorias de un europeo’.
En él dice así: ‘por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del
Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias
y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes
ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania,
el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el
nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea’
. El concepto de Europa va más allá de los límites geográficos.