EXTRA! 

Hay
quienes esperan poder crear la mejor obra de sus vidas y otros que simplemente
se adaptan a los patrones más sencillos del género para hacer una película que
guste al mayor público posible. Probablemente, el director canadiense François Girard se viera en ese tipo de
encrucijada antes de ponerse en marcha. Su último trabajo, ‘El coro’, que se estrena en los cines españoles el
viernes 9 de octubre, se ha convertido precisamente en una cinta
que sigue al pie de la letra todas las pautas necesarias para crear una
historia sobre talentos, familias disfuncionales y relaciones entre profesor y
alumno.


El
guionista estadounidense Ben Ripley
se encarga de construir la historia de Stet
(Garret Wareing), un niño de 11 años que pierde a su madre en
un accidente de coche, quedando bajo la tutela de su padre, Gerard (Josh Lucas), que ya tiene a su propia
familia y prefiere ocultarle.
Aprovechando su excelente
voz, el niño es internado en una prestigiosa escuela de música que prepara a los
jóvenes para cantar en su famoso coro. El profesor Wooly (Kevin McHale) intentará poner al día a Stet en sus estudios, ya que sólo tendrá una oportunidad
frente a Carvell (Dustin Hoffman)
para poder entrar en la formación. No será fácil destacar teniendo
a Devon (Joe West) y su espléndido
don bajo la protección del maestro Drake
(Eddide Izzard)
.

Este tipo de tramas se ha utilizado tanto en telefilms mediocres como
en fantásticos largometrajes que forman parte de la memoria colectiva: ‘Los chicos del coro’ y la vinculación
entre educador y estudiante fomentada en la confianza y comprensión, ‘Billy Elliot’ y la severa disciplina
o la reciente ‘Whiplash’, que revisa
las mismas ideas llevándolas al extremo. Todas comparten los mismos
elementos, pero cada una ha sabido reinventarse hasta colmar emocionalmente a
un espectador que, pese a la previsibilidad,
empatiza con las dificultades de un protagonista que suele tener algún
don o mayor dedicación que el resto de sus compañeros.


Historias de fe, edulcoradas en su mayoría, para presentar a quienes consiguen triunfar en la vida con mucho tesón. Uno de los
mayores atractivos de ‘El coro’ es su sólido reparto, abanderado por el veterano Hoffman, que, en este caso, parece demasiado cómodo en un papel que no le supone reto alguno. Por su parte,
el pequeño Wareing es todo un
acierto llevando el peso de la trama en la que es su primera
aparición en pantalla.
También es un placer ver a la mítica actriz Kathy Bates encarnando a la directora
de la escuela de forma muy favorecedora, al igual que McHale y un casi irreconocible Izzard como el exigente profesor Drake.

La fantástica labor fotográfica realizada por el director
David Franco se fusiona
magistralmente con la estupenda banda sonora del compositor y músico canadiense
Brian Byrne
, inspirando la emotividad necesaria para
conquistar a todo tipo de públicos con un repertorio clásico interpretado por las intensas y delicadas voces infantiles.



‘El coro’ retrata una historia sencilla sobre retos personales, talento, destreza
y oportunidades que se deben aprovechar.
Aunque no puede ser más previsible
repitiendo los manidos esquemas del género, la película dispone de su propio encanto y una
narración que entretiene. Sensibilidad y
competición al estilo estadounidense.