EXTRA!
Que hemos echado de menos el
placer de la abstracción y de la entrega al arte, una de nuestras grandes
pasiones, es una evidencia. Esa nostalgia, tras meses de encierro, de probar
decenas de geles hidroalcohólicos y todas las mascarillas habidas y por haber,
no ha suprimido nuestra capacidad crítica para reconocer cuando estamos delante
de un montaje espléndido o de una producción que no es más que un simple
juego de marketing gracias a los cuatro actores famosos de turno. En el caso
de ‘Histeria del arte’, la comedia musical que la sala roja de
los Teatros del Canal acogió del 5 al 7 de febrero de este 2021, hablamos de
una pieza divertida, honesta y, sobre todo, necesaria en estos tiempos, que en octubre del 2019 arrancaba los primeros aplausos a su paso por el Teatro Calderón.
placer de la abstracción y de la entrega al arte, una de nuestras grandes
pasiones, es una evidencia. Esa nostalgia, tras meses de encierro, de probar
decenas de geles hidroalcohólicos y todas las mascarillas habidas y por haber,
no ha suprimido nuestra capacidad crítica para reconocer cuando estamos delante
de un montaje espléndido o de una producción que no es más que un simple
juego de marketing gracias a los cuatro actores famosos de turno. En el caso
de ‘Histeria del arte’, la comedia musical que la sala roja de
los Teatros del Canal acogió del 5 al 7 de febrero de este 2021, hablamos de
una pieza divertida, honesta y, sobre todo, necesaria en estos tiempos, que en octubre del 2019 arrancaba los primeros aplausos a su paso por el Teatro Calderón.
Aunque fuese imposible verlas detrás de todas aquellas FPP2, las sonrisas de los asistentes fueron un elemento constante a lo
largo de la hora y media que dura un espectáculo con dirección musical del
compositor Gaby Goldman y con guion y dirección de Zenón Recalde. El primero,
presente en un lateral del escenario y a cargo del acompañamiento musical, ya estuvo al frente de grandes producciones que
triunfaron en la capital, como ‘Billy Elliot’ y ‘West Side Story’. Recalde, por
su parte, puede presumir de ser director residente de ‘El Rey León’, un montaje que ya han visto cerca de cinco millones de personas.
largo de la hora y media que dura un espectáculo con dirección musical del
compositor Gaby Goldman y con guion y dirección de Zenón Recalde. El primero,
presente en un lateral del escenario y a cargo del acompañamiento musical, ya estuvo al frente de grandes producciones que
triunfaron en la capital, como ‘Billy Elliot’ y ‘West Side Story’. Recalde, por
su parte, puede presumir de ser director residente de ‘El Rey León’, un montaje que ya han visto cerca de cinco millones de personas.
La combinación de sus dones se
convierte en virtud en una obra protagonizada por Pepa Lucas, Verónica Ronda,
Ángel Saavedra y Hugo Ruiz, los cuatro intérpretes encargados de sumergir al
público en un homenaje repleto de crítica y humor a las distintas artes, sin
necesidad de apoyarse en más recursos que su talento y unas sillas. Lo cierto
es que pocas veces hemos podido ver sobre las tablas a un equipo con tanta
conexión, complicidad y buena energía como consiguen estos cuatro actores que
demuestran estar en su salsa en un género tan complicado como la comedia
musical, y más aún en los tiempos que corren. Que el show nos traiga a la memoria las
risas sin parangón de piezas como ‘Pegados’ o ‘Mierda de artista’ ya dice mucho.
Que nadie se piense que ese casting para obtener un papel al que
asiste Hugo Ruiz es una exageración ni que el programa de televisión absurdo en
el que el leitmotiv es enterarse de
cotilleos de famosos por ser su portero o compañero de clase de la infancia
queda lejos de la realidad. Si algo agradecemos de corazón a Zenón es la
inteligencia del texto, sin necesidad de caer en lugares comunes como hemos
visto otras tantas veces en escena. Las simpáticas coreografías de Chevi
Muraday, Mariano Botindari, Alberto Sánchez y Alberto Velasco conectan con el
espectador, así como un milimetrado trabajo de luces del que se ha encargado
Alfonso Horneros.
A un número inicial en el que se repasan clásicos que reconocerá cualquier amante del género,
de ‘RENT’ a ‘Cabaret’ pasando por ‘Los Miserables’, le siguen una sucesión de
sketches con los que el público no puede dejar de reír. Y sí, esa
imponente voz en off es la del gran Carlos Hipólito. Imposible que alguien
olvide las aportaciones del reggaeton
a la cultura ni las obras de teatro que generaron beneficios durante
el año 2020 a las que se alude durante la función.
A ‘Histeria del arte’ ni le sobran
ni le faltan minutos, por mucho que sorprenda ver lo rápido
que ha pasado el tiempo cuando el escenario se funde en negro tras un buen rato
de música, canto, baile y palabras que nos hace recordar cómo de importante es
apoyar a nuestros creadores para sentirnos vivos, felices y con la esperanza
como bandera. Mientras exista el teatro habrá vida.