La tecnología nos absorbe: es un
hecho. Cada vez es más difícil levantar la vista en el tren y encontrar a
alguien leyendo un buen libro o sumergido en sus pensamientos. El smartphone y las infinitas pantallas han
llegado a nuestra vida para quedarse, haciendo muchos aspectos de nuestra vida
más sencillos… pero creándonos una adicción colectiva de la que no somos del todo conscientes.

Elegimos platos en restaurantes
después de leer la primera opinión en Tripadvisor, dejamos que Spotify decida
qué música nos sorprenderá y hasta nos vamos de viaje sin elegir nosotros
mismos el destino por ahorrarnos unos euros. A esta saturación tecnológica
trata de plantar cara la nueva campaña de Aquarius, que bajo el lema ‘Programados para ser libres’ invita al público a plantearse si no estará la inteligencia
artificial pasándose de lista.

Mediante un original spot, el
refresco de Coca-Cola Company que nació como bebida oficial de los Juegos
Olímpicos de 1992 en Barcelona se replantea si los asistentes
de voz se han convertido en nuestra brújula, llegando a decidir lo que cenar
por la noche o el partido político al que votar. La agencia McCann se esconde
tras un cuidado anuncio en el que se plantean una serie de situaciones
cotidianas que viven los consumidores con sus teléfonos.

Más cerca de la realidad que de
un capítulo de nuestra adorada serie ‘Black Mirror’, la autodenominada bebida para deportistas ve necesario
darle la vuelta a la historia imaginándose una asistente virtual que anime a
tomar nuestras propias decisiones sin que las nuevas tecnologías influyan en ellas. Porque,
si lo pensamos un poco, ¿qué hay más liberador y relajante que hacer una locura
y escapar de la rutina de vez en cuando? Nosotros lo tenemos claro: ¡que viva
la espontaneidad!