EXTRA!
Me llamo One



Qué duras son las mañanas después del fin de semana, ¿verdad?
El tiempo pasa volando cuando por fin llega el momento de descansar y, en apenas
un parpadeo, vuelve a ser lunes.
Y así van sucediéndose los días en un ciclo sin fin, que dirían los
protagonistas de ese musical por el que no dejáis de preguntarnos… ¿Pero qué
pasaría su ocurriera algo que lo cambiara todo?


Si vives en familia sabes que hay cosas que desesperan: las discusiones
por la cuestión más absurda, los abuelos que cuentan las mismas anécdotas (una y
otra vez) frente al hastío de los nietos, el cuñado rancio que no sabe lo que es
dar un abrazo y los padres que cortan las alas a sus hijos son tópicos
que, por desgracia, abundan en más hogares de los que uno se imagina. ¿Y si de
la noche a la mañana algo hiciera clic y
todos eso desapareciera?

De eso mismo habla ‘Me llamo One’, una misteriosa campaña en la que
una niña narra cómo empiezan a ocurrir fenómenos extraños en su casa
, donde el
perro entiende todo con sólo una mirada, la luz de la entrada se apaga con un
chasquido de dedos y los adultos pasan más tiempo disfrutando del tiempo libre
que discutiendo en el salón. Esto último, sobre todo, parece cuestión de magia.

¿Cómo nos cambiaría la vida si de repente todos estuviésemos
conectados? ¿Cuánto tiempo ahorraríamos para poder dedicarnos a cuidarnos más y
enfrentarnos menos?
¿Cuántos seguirían huyendo – aun así… – del cuñado y la
suegra? Preguntas que se nos vienen a la cabeza a raíz de una pieza con una
factura visual impecable que está dando mucho que hablar.