EXTRA!

Es un hecho innegable que cada vez son más quienes se dan cuenta de que, además de una carta digna, un buen restaurante se
convierte en un imprescindible si sorprende en su trato al cliente y decoración.

En una ciudad como Madrid, en la que cada día abren nuevos locales que buscan
innovar para enamorar a foodies,
turistas y vecinos, tener en cuenta estas tres claves es esencial a la hora de
arriesgar en el sector de la hostelería.


Con apenas cinco meses de vida, Rita la Cantaora se ha
convertido en uno de los restaurantes más especiales del sur de la capital. A
dos pasos de la estación de tren y metro de Leganés Central, en el número 43 de
la calle Juan Muñoz, se encuentra un espacio hogareño con mesas y paredes de
madera, sillas retro, colores pastel por todo el espacio y bancos llenos de
cojines,
fruto del trabajo de la diseñadora Marta Banús, responsable de la
decoración de espacios tan populares como Le Cocó o El Columpio.

A la elegancia del sitio, dividido en dos pisos, se suma la
pasión de su dueño y hostelero, Juan Garrido, un hombre con 10 años de
experiencia en el sector, que apuesta por descentralizar un concepto más propio
del barrio de Malasaña que de una ciudad obrera
donde, sin embargo, apuestas
como Minuit o La Martínez señalan que en la periferia también
hay un público que agradece tener a mano diferentes locales que vayan más allá de
lo habitual.


El chef ejecutivo y profesor de la escuela de cocina de
Leganés, Juan Manuel Calvo, tiene mucho que ver en el acierto de una propuesta con
sabores caseros, internacionales y con ciertos toques de fusión
que se presenta
en una carta que arranca con entrantes como el salmorejo de cerezas, un tronco
de foie caramelizado con higos
y diferentes tipos de empanadillas japonesas (gyozas) y croquetas. El fast food se convierte en una clase
maestra con la hamburguesa, el perrito y la pizza de la casa, dando paso a
diferentes pescados y guisos, además de cuatro tipos de ensaladas que satisfará
a todo tipo de paladares.

Para aquellos que apuesten por la carta, será un acierto
dejarse llevar por el queso de cabra con miel y mostaza antigua que llega
caliente, gratinado y con un delicioso sabor.
Tampoco fallarán quienes prueben
algunas de sus crujientes croquetas (las tienen de jamón ibérico con mahonesa
de curry; de morcilla, manzana y almendra; y de gambas al ajillo con alioli
verde)
, disponibles en formato de cuatro y ocho unidades. Nos encantó el tamaño
y presentación de la ensalada de berenjena, feta, aceituna calamata, piñones y
berros
, aunque bien es cierto que este es un plato para aquellos que disfruten
de los sabores fuertes por la mezcla del berro y el queso feta.

Es comprensible que las gyozas de
rabo de toro con soja y curry rojo
sea uno de los platos estrellas del
restaurante, presentadas en una pequeña bandeja de mimbre y acompañadas de una
salsa con la textura de un buen puré, que combina bien con las cuatro piezas
templadas del guiso. Que ningún amante del arroz se marche sin probar el exquisito
risotto de trufa y foie, aunque la alargada focaccia de vieira, asadillo de
pimientos y alioli
también enamora. El bacalao confitado con boletus y
langostino
o el lomito de cordero con membrillo y cous cous de verduras son dos
de las especialidades a la hora de escoger entre lonja y granja.

Más allá de las 40 posibilidades que conforman una carta cuyos platos
varían entre los 4,50 y los 18 euros, Rita la Cantaora ofrece un menú del día a
10,50 euros, además de una amplia oferta de desayunos y meriendas en las que
hincarle el diente a dulces como la tarta de zanahoria, la red velvet o una porción de tarta de cumpleaños feliz, con
chocolate y galletas.
Su horario continuo, desde las ocho de la mañana a la
medianoche (hasta las 02.30 h. los viernes y sábados, para los nocturnos que
quieran probar su coctelería) es un plus para aquellos que quieran conocer el
local en cualquier momento.
El cuidado emplatado, la extensa bodega (más de 20
referencias servidas por botella)
y la posibilidad de probar las cervezas
especiales de Casimiro Mahou, además de la siempre acertada Alhambra 1925, suman
puntos a un local que ha sido muy bien recibido por familias, parejas y grupos
de amigos. A sólo 20 minutos del centro de Madrid, Rita la
Cantaora
 hace oír su voz gracias a la calidad de su producto y a una
puesta en escena de primera.


Texto de David Molina.