EXTRA!



Tenemos que confesaros algo: nosotros no celebramos San
Valentín.
Expuestos como estamos a la publicidad de manera
constante, somos conscientes de la mandíbula feroz que el sistema
aprovecha a la mínima ocasión para desatar la locura colectiva y empujar a que
el amor se mercantilice, siendo mejor persona, novia o marido
aquel que regala lo que se imprime en los carteles, como si las
emociones se fortalecieran a golpe de talonario.


No celebramos San Valentín porque no necesitamos decir te
quiero un día concreto, y porque ni siquiera creemos que estar enamorado o en una relación sea necesario para que seamos felices. Todos hemos sido alguna vez el amigo que se veía
rodeado de parejas melosas, el primo que acude solo a las bodas y miran raro o
la chica que – sin llegar a los 30 – es cuestionada en la cena familiar por no
salir con alguien.
¿Y qué? Cuando uno es soltero por circunstancias de la vida o por
decisión propia sigue siendo igual de maravilloso que el que
lleva 10 años presumiendo de novio. Aunque eso sí, es probable que días como el 14 de
febrero se hagan mucho más pesados.

En una época en la que la sobrecarga informativa nos hace
pensar que todo va mal, la velocidad infinita de nuestras conexiones nos engaña
haciéndonos sentir falsamente acompañados por personajes de series y amigos de
Facebook justo cuando más solos estamos y el estrés se ha convertido en el
enemigo número uno de nuestra sociedad, no está mal darse un capricho – solo o acompañado – que estimule nuestro
erotismo y nos haga evadirnos mientras se potencian cada uno de nuestros
sentidos.


Si justo en estos momentos triunfa en la cartelera la segunda
parte de ‘Cincuenta sombras de Grey’, entre el melodrama bobalicón y gráficas
escenas sexuales, lo cierto es que si sales con alguien y quieres pasar una
velada diferente nosotros te recomendaríamos reservar en el oasis urbano más
relajante y sensual de la ciudad: Hammam Al Andalus
, unos baños árabes con estancias a diferentes temperaturas que se llevarán el agotamiento diario.

En el mismo espacio – solo o acompañado – podrás regalarte un
masaje con la esencia que más te guste. Y si lo que buscas es un masaje
erótico, en Erosguia encontrarás centros donde recibirlos, ya seas hombre,
mujer o acudas acompañado por tu pareja. Otra opción es pasarte por Amantis, el
sexshop que todos tus amigos conocen aunque no se atrevan a contártelo.
Sus
vendedores son un encanto y en su web encontrarás volcado todo su catálogo con
comentarios de otros clientes.
Ha llegado la hora de romper con el tabú que hasta hace poco
suponía el sexo y hablar de ello con quienes nos rodean para asumir que se
trata de algo básico que necesitamos ejercitar para estar en equilibrio con
nosotros mismos y con los que nos rodean sin acumular tensiones en nuestro ser.
Ahora que cada vez es más habitual hablar de parejas abiertas, que en Madrid se cuentan por decenas los locales en los que la ropa cae antes que la primera
copa y que son muchas las personas interesadas en talleres sexuales; ahora es
el momento perfecto para darse cuenta de que no hay amor más sagrado que aquel
que se entrega al goce y la lujuria.
Y lo sabes.