EXTRA!
Seamos
sinceros. El cine israelí sigue siendo un gran desconocido en España. Apenas
nos llegan unos pocos títulos que se podrían contar con los dedos de una mano,
pero bien es cierto que nunca deja indiferente al público occidental. En esta
ocasión, la directora norteamericana Rama Burshtein, de origen judío, presenta
su ópera prima ‘Fill the void’, que vio la luz hace dos años y que por fin
llega a la cartelera española a partir del viernes 25 de julio.
En
el seno de una comunidad ultraortodoxa judía de Tel Aviv, la joven Shira Medelman (Hadas Yaron), de 18 años, y su familia ortodoxa jasídica celebran
la propuesta de matrimonio por parte de un hombre de buena familia. La tragedia toma el mando en su
destino cuando su hermana mayor, Esther
(Renana Raz), fallece en el parto de su sobrino. Su cuñado Yochay (Yiftach Klein), ya viudo, decide volver a buscar esposa, por lo que propone
una candidata, buscada por sus padres, en Bélgica. Ante esta situación y en
vistas de que la familia Medelman no volverá a ver a su nieto, deciden
ofrecer a Shira para el matrimonio. La joven se verá envuelta en un
dilema moral: obedecer a lo que se le impone o seguir los dictados de su corazón.
el seno de una comunidad ultraortodoxa judía de Tel Aviv, la joven Shira Medelman (Hadas Yaron), de 18 años, y su familia ortodoxa jasídica celebran
la propuesta de matrimonio por parte de un hombre de buena familia. La tragedia toma el mando en su
destino cuando su hermana mayor, Esther
(Renana Raz), fallece en el parto de su sobrino. Su cuñado Yochay (Yiftach Klein), ya viudo, decide volver a buscar esposa, por lo que propone
una candidata, buscada por sus padres, en Bélgica. Ante esta situación y en
vistas de que la familia Medelman no volverá a ver a su nieto, deciden
ofrecer a Shira para el matrimonio. La joven se verá envuelta en un
dilema moral: obedecer a lo que se le impone o seguir los dictados de su corazón.
La
protagonista de esta historia, Hadas
Yaron, debuta ante la cámara con una gran interpretación que fue premiada
con la copa Volpi en el Festival de Venecia. La joven demuestra un
fantástico talento, sobre todo en lo que a expresividad se refiere. Junto a
ella destaca el trabajo realizado por Yiftach
Klein, con algo más de experiencia. Ambos desarrollan el lado más emotivo
de la cinta, siendo sus diálogos el aspecto mejor desarrollado y la
parte más emocionante de la trama debido a su gran espontaneidad y frescura,
producto de la inocencia frente a la madurez y que, a su vez, esconde una
tierna pasión controlada.
protagonista de esta historia, Hadas
Yaron, debuta ante la cámara con una gran interpretación que fue premiada
con la copa Volpi en el Festival de Venecia. La joven demuestra un
fantástico talento, sobre todo en lo que a expresividad se refiere. Junto a
ella destaca el trabajo realizado por Yiftach
Klein, con algo más de experiencia. Ambos desarrollan el lado más emotivo
de la cinta, siendo sus diálogos el aspecto mejor desarrollado y la
parte más emocionante de la trama debido a su gran espontaneidad y frescura,
producto de la inocencia frente a la madurez y que, a su vez, esconde una
tierna pasión controlada.
No
es tanto el interés cinematográfico, sino más bien antropológico, el que despierta ‘Fill the void’ al llevarse a cabo en una comunidad tan opresiva. Se trata de una pequeña
muestra de una cultura costumbrista que nace sobre una religión ya establecida y
que, pese a posibles debates, forma parte de la vida sefardí. En
el personaje de Shira vemos el
reflejo de cómo la mujer es relegada a un último plano dentro de una colectividad
machista. Un mundo diferente
al nuestro que Burshtein retrata con suma delicadeza y exquisito gusto,
mostrando la línea que separa lo racional de lo pasional.
es tanto el interés cinematográfico, sino más bien antropológico, el que despierta ‘Fill the void’ al llevarse a cabo en una comunidad tan opresiva. Se trata de una pequeña
muestra de una cultura costumbrista que nace sobre una religión ya establecida y
que, pese a posibles debates, forma parte de la vida sefardí. En
el personaje de Shira vemos el
reflejo de cómo la mujer es relegada a un último plano dentro de una colectividad
machista. Un mundo diferente
al nuestro que Burshtein retrata con suma delicadeza y exquisito gusto,
mostrando la línea que separa lo racional de lo pasional.
En clave
documental, el metraje posee un estilo visual muy cuidado y preciso. Su
luminosidad choca directamente con el enigma que supone este tipo de
comunidades y sus costumbres. Sin duda, llama la atención el trabajo del
director de fotografía Asaf Sudri,
con una composición limpia y perfeccionista que se complementa con una banda
sonora compuesta por temas folclóricos a cargo del compositor Yitzhak Azulay.
documental, el metraje posee un estilo visual muy cuidado y preciso. Su
luminosidad choca directamente con el enigma que supone este tipo de
comunidades y sus costumbres. Sin duda, llama la atención el trabajo del
director de fotografía Asaf Sudri,
con una composición limpia y perfeccionista que se complementa con una banda
sonora compuesta por temas folclóricos a cargo del compositor Yitzhak Azulay.
Burshtein arroja un poco de luz sobre
una sociedad que en la actualidad sigue siendo una gran desconocida. Su ópera prima, ‘Fill the void’, presenta un relato sobrio, pero
totalmente cautivador, que encierra un gran dilema. Es inevitable ponerse en la piel de la protagonista, Shira, y plantearse si haríamos lo mismo.
una sociedad que en la actualidad sigue siendo una gran desconocida. Su ópera prima, ‘Fill the void’, presenta un relato sobrio, pero
totalmente cautivador, que encierra un gran dilema. Es inevitable ponerse en la piel de la protagonista, Shira, y plantearse si haríamos lo mismo.