EXTRA! 



Para unos es el
heredero del maestro Yasujirō Ozu,
mientras que para otros es uno de los grandes poetas cinematográficos de
nuestro tiempo. Independientemente, el director y guionista japonés Hirokazu Koreeda es genuino en cuanto a
la sensibilidad que se extrae de sus relatos familiares. Hace tres años
presentaba ‘De tal padre, tal hijo’,
poniendo al espectador en una trágica encrucijada en la que dos matrimonios
debían hacer frente a una realidad contradictoria en la que sus hijos
habían sido intercambiados. Sin embargo, su tono dramático se endulza con
su nuevo trabajo, ‘Nuestra hermana pequeña’, que se estrena en la cartelera española el miércoles 23 de
marzo tras exhibirse en la 63 edición del Festival de San Sebastián
, donde se hizo con el ansiado Premio del Público.


El autor continúa profundizando en las desavenencias parentales, esta vez desde el punto de vista de tres hermanas: Sachi (Haruka Ayase), Yoshino
(Masami Nagasawa)
y Chika (Kaho).
Solteras e independientes, comparten una vieja y tradicional casa de
madera. Cuando se enteran de que su padre, que las abandonó hace 15 años, ha fallecido, Yoshino
y Chika no dudan en ir al funeral, acompañadas de Sachi, que aún no le ha
perdonado pero decide acompañar a sus hermanas al velatorio. Allí conocerán a Suzu Asano (Suzu Hirose), su joven
hermanastra, a la que propondrán irse a vivir a Kamakura con ellas.

Inspirado en el manga
de la artista Akimi Yoshida, la trama respira naturalidad y
autenticidad a lo largo de sus más de dos horas de metraje, en las que se
tratan cuestiones como el dolor imperecedero, el perdón y la muerte, presente en muchas de las obras del autor y que, en esta
ocasión, completa una narración cíclica, tal y como sucede en la vida real. Tal
vez por esto, el guion fluye de forma prodigiosa a pesar de su ritmo pausado y contemplativo, como sucede en la mayoría de las producciones
asiáticas. Su sencillez alberga el placer de compartir un pequeño capítulo en
las vidas de sus protagonistas, presenciando los instantes más felices, las
complicaciones de la madurez, su posición como mujeres en una sociedad en la
que aún se exige un matrimonio, los
miedos, el amor y las relaciones de pareja, el trabajo o la enfermedad
.



Sus sonrisas contagian a un espectador que percibe un resultado más que agradable a
pesar de tratarse de un drama con gran carga emotiva
. Koreeda sabe perfectamente cómo entregar un largometraje íntimo y
personal sin necesidad de grandes presupuestos o altas pretensiones. Cada una
de sus obras son un pequeño extracto de su propia emoción y esto hace que presente largometrajes muy cuidados. Los pequeños detalles, los toques de un oportuno humor y la belleza
que se transmite en sus imágenes hacen de su visionado una experiencia única en la que
el espectador sonríe sin darse cuenta.

La excelente calidad de las interpretaciones permite empatizar con las hermanas hasta sentir un gran afecto por quienes han mostrado sinceridad a través
de sus gestos y palabras. Afrontan la vida como
pueden, desde la gran responsabilidad de Sachi,
que cuida de todas ellas al ser la mayor, hasta Suzu, que transmite la alegría de la juventud con su gran vitalidad
e inocencia
. Ambas alcanzan un sutil protagonismo gracias a varias escenas de gran magnetismo. Si bien Ayase
es una de las actrices más populares de la televisión japonesa, contando con una
fructífera carrera cinematográfica, la adolescente Hirose promete no quedarse atrás, con tres proyectos confirmados para la gran
pantalla.

El director Mikiya Takimoto repite en el equipo de Koreeda tras encargarse de la fotografía de ‘De
tal padre, tal hijo’
 y ejercer de cámara en ‘Air doll’. La calidez de sus imágenes y el esplendor de la naturaleza que rodea
a los personajes complementan la visión poética que el japonés ofrece de la vida, acompañándose de una narración sólida, sencilla y agradable. Es difícil que ‘Nuestra hermana pequeña’ no
guste a un público que saldrá del cine satisfecho ante la delicadeza de un genio de la cotidianidad.