EXTRA!
Cuando el famoso
funambulista francés Philippe Petit cruzó por un cable las tristemente
desaparecidas Torres Gemelas del World Trade Center aquel 7 de agosto de 1974,
poco se imaginaba cuánto iban a sudarle las manos a las millones de personas que
décadas después sufrirían con admiración aquella hazaña que el magistral documental ‘Man on wire’ retrató gracias al trabajo del director inglés James
March. La capacidad de abstracción ante un peligro latente esconde muchos años de
trabajo y pasión por el riesgo, el arte y, en definitiva, la superación personal.
Aunque, por suerte para
el público, los retos sean más asequibles que el realizado por Petit, la
tensión y posterior estallido en aplausos es una constante en las geniales
producciónes que la famosísima compañía canadiense Cirque du Soleil presenta,
desde hace ya 30 años, por todo el mundo. Lo que una vez fue una simple comunidad de artistas callejeros hoy puede presumir de contar con 4000
creadores, artistas, técnicos y trabajadores tras los focos en 35 grandes montajes, 20 de los cuales permanecen en activo. La respuesta de los asistentes impresiona como un número acrobático: 150 millones de espectadores y más de 400
ciudades visitadas hasta hoy.
el público, los retos sean más asequibles que el realizado por Petit, la
tensión y posterior estallido en aplausos es una constante en las geniales
producciónes que la famosísima compañía canadiense Cirque du Soleil presenta,
desde hace ya 30 años, por todo el mundo. Lo que una vez fue una simple comunidad de artistas callejeros hoy puede presumir de contar con 4000
creadores, artistas, técnicos y trabajadores tras los focos en 35 grandes montajes, 20 de los cuales permanecen en activo. La respuesta de los asistentes impresiona como un número acrobático: 150 millones de espectadores y más de 400
ciudades visitadas hasta hoy.
La ciudad de Madrid,
parada obligatoria en las giras españolas de la compañía, acoge hasta el próximo
14 de enero ‘Totem’, una creación que reúne a 46 artistas, actores, músicos y
cantantes procedentes de 16 países bajo la gran carpa blanca instalada en el
Escenario Puerta del Ángel, dentro de la Casa de Campo de la capital. Aunque lo
cierto es que al público le costará percatarse sin leer información previa,
la producción versa sobre los orígenes de la humanidad, con el colorido y
espectacularidad habitual del Cirque.
parada obligatoria en las giras españolas de la compañía, acoge hasta el próximo
14 de enero ‘Totem’, una creación que reúne a 46 artistas, actores, músicos y
cantantes procedentes de 16 países bajo la gran carpa blanca instalada en el
Escenario Puerta del Ángel, dentro de la Casa de Campo de la capital. Aunque lo
cierto es que al público le costará percatarse sin leer información previa,
la producción versa sobre los orígenes de la humanidad, con el colorido y
espectacularidad habitual del Cirque.
Desde su estreno en
Montreal (2010), más de cinco millones de personas han disfrutado de los
números dirigidos por el canadiense Robert Lepage, que próximamente
llegarán a Sevilla y Barcelona. La calidad estética de la obra, que sólo en su
vestuario muestra 750 piezas diseñadas por Kym Barrett para la ocasión, está a
la altura. Sin embargo, como fieles seguidores de los montajes de los
canadienses, no podemos decir que estemos ante un espectáculo sobresaliente. Si
bien la puesta en escena y los números de mayor riesgo hipnotizan, el apoyo en momentos cómicos – que en anteriores ocasiones se utilizaban como distracción entre
grandes escenas – acaba siendo excesivo.
Montreal (2010), más de cinco millones de personas han disfrutado de los
números dirigidos por el canadiense Robert Lepage, que próximamente
llegarán a Sevilla y Barcelona. La calidad estética de la obra, que sólo en su
vestuario muestra 750 piezas diseñadas por Kym Barrett para la ocasión, está a
la altura. Sin embargo, como fieles seguidores de los montajes de los
canadienses, no podemos decir que estemos ante un espectáculo sobresaliente. Si
bien la puesta en escena y los números de mayor riesgo hipnotizan, el apoyo en momentos cómicos – que en anteriores ocasiones se utilizaban como distracción entre
grandes escenas – acaba siendo excesivo.
La iluminación, el
sonido y al atrezzo ofrecen una
impactante experiencia visual a todos los presentes durante 90 minutos (divididos en dos actos, con descanso de 25 minutos) en los que
destacan números como el del monociclo con cuencos, donde el malabarismo da un
paso más allá con un despliegue sorprendente de agilidad, equilibrio y
sincronización con recipientes que llegan a ser lanzados de los pies a las cabezas de las artistas.
sonido y al atrezzo ofrecen una
impactante experiencia visual a todos los presentes durante 90 minutos (divididos en dos actos, con descanso de 25 minutos) en los que
destacan números como el del monociclo con cuencos, donde el malabarismo da un
paso más allá con un despliegue sorprendente de agilidad, equilibrio y
sincronización con recipientes que llegan a ser lanzados de los pies a las cabezas de las artistas.
El juego de seducción
entre un hombre y una mujer sobre un trapecio fijo en lo que se acaba
convirtiendo en una danza vertical de movimientos y ascensos inusuales, los
ejercicios con aros, la simulación de ceremonia nupcial que un par de
patinadores realizan a un ritmo vertiginoso sobre una plataforma minúscula o el
trabajo sobre barras rusas inspirado en las civilizaciones perdidas de América
del Sur llegan a dejar sin aliento a los asistentes.
entre un hombre y una mujer sobre un trapecio fijo en lo que se acaba
convirtiendo en una danza vertical de movimientos y ascensos inusuales, los
ejercicios con aros, la simulación de ceremonia nupcial que un par de
patinadores realizan a un ritmo vertiginoso sobre una plataforma minúscula o el
trabajo sobre barras rusas inspirado en las civilizaciones perdidas de América
del Sur llegan a dejar sin aliento a los asistentes.
Con un guion que
recorre desde la original forma de anfibio del ser humano hasta su deseo último
de volar, Cirque du Soleil firma una pieza repleta de efectos especiales y
música en directo que impresiona con proyecciones que cambian en tiempo real, al
ritmo del movimiento de los artistas. Aludiendo a la idea del orden de las
especies en su título, ‘Totem’ deslumbra en su forma pero exige más en su
contenido. Sobre todo para aquellos que se hayan emocionado años atrás con
obras maestras como ‘Alegría‘. A pesar de los peros, sin duda será uno de los
montajes más visitado de estas Navidades y las manos de muchos espectadores
seguirán empapándose más de una vez ante el vértigo y el talento.
recorre desde la original forma de anfibio del ser humano hasta su deseo último
de volar, Cirque du Soleil firma una pieza repleta de efectos especiales y
música en directo que impresiona con proyecciones que cambian en tiempo real, al
ritmo del movimiento de los artistas. Aludiendo a la idea del orden de las
especies en su título, ‘Totem’ deslumbra en su forma pero exige más en su
contenido. Sobre todo para aquellos que se hayan emocionado años atrás con
obras maestras como ‘Alegría‘. A pesar de los peros, sin duda será uno de los
montajes más visitado de estas Navidades y las manos de muchos espectadores
seguirán empapándose más de una vez ante el vértigo y el talento.