Cuando
nos disponemos a ver una película dramática, sabemos a lo que
nos enfrentamos. Hay largometrajes que, por razones personales, consiguen llegar a
emocionarnos o incluso hacernos sufrir por su realismo o por
tratar temas que nos tocan muy de cerca. ‘Siempre Alice’ es, sin duda, una de esas cintas.
Dirigida por la pareja artística y real formada por Richard Glatzer y Wash Westmoreland, la película cuenta una durísima historia sobre
algo tan tristemente común como la enfermedad del Alzheimer, una lacra que buena parte del público conocerá por afectar a los más mayores de la familia. El planteamiento del filme, rodado con un presupuesto ajustado en menos de un mes, es aún más duro cuando a ello debe enfrentarse una mujer de apenas 50 años.
protagonista, sin duda, es quien convierte el proyecto basado en la novela homónima de Lisa Genova en una gran
historia. Haciéndose con un merecidísimo tercer Globo de Oro por este
papel, Julianne Moore lleva a cabo una interpretación soberbia, haciendo que el espectador sufra a
medida que la enfermedad va haciendo que su personaje pierda sus
recuerdos, vivencias y conocimientos.
a una persona con esta enfermedad sin caer en la sobreactuación no es tarea
fácil, pero Moore lo consigue con un trabajo comedido a la par que
desgarrador que brinda a la actriz la oportunidad de hacerse con el Oscar por su papel de profesora de lingüística en la universidad de Columbia que ve cómo toda su vida se resquebraja de la noche a la mañana.
película, tan elegante como delicada, incluye escenas de gran dureza. La pérdida de la memoria es uno de los procesos más duros a los que se puede enfrentar una persona y también los que le rodean, que de un día a otro dejan de ser reconocidos por sus propios seres queridos. La
narración logra transmitir lo terrorífico de una experiencia que muchas familias viven en su día a día.
reparto está escogido con acierto. Alec Baldwin realiza una actuación correcta como marido, reflejando el desconcierto y
sufrimiento propio del compañero de vida del enfermo de Alzheimer al que le sobrepasa la situación. Los hijos, interpretados por Kristen Stewart, Kate
Bosworth y Hunter Parrish, no destacan por sí mismos pero ayudan a
introducirse mejor en la historia.
enfermedad terrible y una historia de lucha personal contra un vacío inevitable. A pesar de ser consciente de su destino, la protagonista trabaja de forma incansable para no
olvidar lo más importante y seguir siendo, durante el mayor tiempo posible, Alice.