EXTRA!



Miguel Poveda (Barcelona, 1973), la que es sin duda voz referente
del flamenco entre el gran público, pasó la noche del 15 de julio por Leganés en su ciclo ‘Las Lunas del Egaleo’, donde se mezclan
teatro, cine, baile y música para amenizar las noches estivales en la periferia
de Madrid. El artista 
presentó a un auditorio abarrotado su último trabajo, ‘Sonetos y poemas para la libertad’, álbum
realizado con la coordinación de
Pedro
Guerra
donde canta algunos de los poemas más conocidos de la poesía
española y más queridos por el cantaor catalán afincado en Sevilla. 



La selección que mostró viajó desde los clásicos de Quevedo y García Lorca a los contemporáneos Ángel González y Luis
Eduardo Aute
. Una pequeña muestra del sincero amor del artista por la
poesía de todo tipo y condición. 
Ya en la segunda parte del
recital, 
Poveda se deshizo de su
deslumbrante americana blanca para enfundarse en el más comedido chaleco negro
y adentrarse en el territorio del que bebe su obra y que le ha dado a
conocer: el flamenco. Flanqueado por el guitarrista
Juan Gómez ‘Chicuelo’ y el cantaor Miguel Ángel Soto ‘Londro’, recuperó sus piezas más queridas del
cante. 



Los siguientes minutos
discurrieron entre conmovedoras seguiriyas y festivas bulerías, incluyendo su
celebrada
‘¡Qué disparate!’
, de
inspiración gaditana
.
Miguel Poveda consiguió arrancar una ovación tras otra
del público mientras se sinceraba con él para ir rescatando las canciones que
marcaron su infancia, como las de
Lole y
Manuel
, Carmen Linares o Camarón de la Isla.


En el tramo final del concierto el
cantante tomó una de las ramas más populares y a la vez más denostadas por tantos
críticos del cante jondo: el de la copla.
Recuperando algunos de los temas más universales
de López-Quiroga, Rafael Farina o Rocío Jurado, Poveda
puso de relieve la faceta más festiva de la audiencia y de sí mismo, con las
palmas de Carlos Grilo y el cajón de
Paquito González. Los artistas reservaron unos minutos para entonar el ‘Dame la libertad’ de Juan Peña ‘El Lebrijano’, guitarrista y cantaor fallecido el pasado
13 de julio.

Todo el recital estuvo
impecablemente dirigido, no sólo por la arrebatadora voz del propio Poveda y su humana sinceridad en el
cante y el discurso, sino también por las manos de Joan Albert Amargós. El compositor y pianista ha trabajado con
orquestas de medio mundo y con artistas tan dispares como Alfredo Kraus, Paco de Lucía
o Luz Casal. La colaboración con Poveda y sus músicos viene de largo y
ha dado obras de gran calidad. En el escenario, la química y el afecto que
destilan es un privilegio para los amantes del género.
En la despedida, el cantaor
pidió una ovación para todos los artistas mientras ejecutaban una espléndida
versión de ‘La leyenda del tiempo’ del inmortal Camarón de la Isla
, a
su vez basada en el poema homónimo de García Lorca. Con la audiencia en pie pidiendo el bis, el cantante y la
compañía salieron a interpretar ‘Mis
tres puñales’
, la famosa copla de Marifé
de Triana
. Con ella dijo adiós Miguel
Poveda
a una deliciosa velada en la que se reafirmó como una de las voces
no sólo más conocida sino también más dotada del flamenco actual.