EXTRA!



Un vibrante plano
secuencia que muestra una discusión entre un padre y su hija sirve de arranque a uno
de los títulos cinematográficos más polémicos y arriesgados del último año. ‘Paulina’
, dirigida por el argentino Santiago Mitre, cuenta la historia de una
joven abogada que se muda a la provincia argentina de Misiones, su tierra natal, para trabajar en un
programa de defensa en el que trata de concienciar a los estudiantes sobre la
importancia de los derechos humanos.


La historia de Eduardo Borrás, ya trasladada a la gran pantalla por Daniel Tinayre en 1960, se sitúa en la actualidad planteando una serie de infortunios que pincelan un film sobre la defensa del derecho a decidir. Dolores Fonzi encabeza el
reparto personificando magistralmente la tozudez y frustración en una
realidad cada vez más agresiva. Óscar Martínez, en el papel de padre,
interpreta el papel de la opresión y la cordura en un contexto en que las
opiniones no sirven para solventar los problemas.

Ejecutada
desde diferentes puntos de vista y temporalidades, la narrativa confiere a la cinta un
dinamismo y agilidad que en ocasiones llega a verse truncada por el
desconcierto que producen las acciones de la protagonista. La violación de la
joven a manos de una patota encumbra el momento álgido del discurso
y desemboca
en una serie de circunstancias que ubican el contexto social en el que se
desarrolla la trama.



Así, los idealismos
políticos y la confrontación entre puntos de vista radicalmente
distintos aclimatan un escenario en el que el ansia por comprender la realidad
del agresor gana la partida a los convencionalismos. El progresismo encuentra
su máxima expresión en un escenario en el que la libertad, la justicia y la
violencia están continuamente cuestionadas.

La película, ganadora en
la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, expuesta en el Festival Internacional de Cine de Gijón y galardonada con tres premios en San Sebastián
, se estrena en salas españolas este viernes 27 de noviembre. La mirada crítica a la
sociedad y el reclamo a la reflexión del espectador definen el carácter
reivindicativo del título, que más que destacar por temática o estética lo hace por la controversia del conflicto planteado.

Unas actuaciones
impecables y una realización sencilla pero efectiva configuran un drama contemporáneo en el que quedan retratadas tanto la corrupción social como las dudas
internas.
El film hace un recorrido por la justicia humana y delinea un terreno
salvaje e inexplorado que concluye con la apertura de un debate que, gobernado
por el derecho a decidir de las mujeres, invita a la deliberación.