EXTRA! 

Con una puntualidad poco habitual en eventos de estas características, David Bisbal apareció en el escenario del Palacio de los Deportes de Madrid, a las 21.40 h., al ritmo de ‘Tú y yo’, tema que da título a su quinto trabajo. Sin un asiento libre en las gradas, con la pista a rebosar de un público muy diverso y rostros tan conocidos como los de la presentadora Luján Argüelles, la cantante Vega y la actriz Norma Ruiz, el concierto de la capital estaba llamado a convertirse en un éxito gracias a las 15.000 personas que agotaron las localidades del recinto semanas antes de su celebración. 


Entre aplausos y gritos, Bisbal no tardó en volver a sus primeros éxitos, con temas como ‘Ave María’ y ‘Quiero perderme en tu cuerpo’, mientras una banda de seis músicos – dirigida por Alfonso Pérez – daba muestra de su talento y las proyecciones rodeaban los grandes focos que formaban parte de una escenografía eficaz en la que diversos vídeos de ciudades, labios y colores se iban mezclando con escenas del mediometraje que el almeriense protagonizó junto a María Valverde, bajo las órdenes de Kike Maíllo.


Del cantante destaca la pasión con la que se entrega a su público, al que no dejó de recordar lo mucho que le quiere mientras este chillaba su nombre una y otra vez. A él le debe los millones de discos vendidos, no sólo en España, sino también en Latinoamérica, de donde acaba de regresar tras una gira en la que ha acuado frente a decenas de miles de personas.


Los seguidores del andaluz vibraron con temas de su último trabajo, como ‘Sí pero no’ y ‘No amanece’, en una noche en la que hubo sorpresas como la interpretación junto a la cordobesa India Martínez de ‘Olvidé respirar’, el dueto de la preciosa canción ‘El ruido’ con el cantautor Pablo López al piano y la aparición estelar de la fadista portuguesa Cuca Roseta, con la que cantó ‘Si aún te quieres quedar’.

Arropado por una espectacular producción de luz, sonido y efectos de última generación, el cantante ya ni se acuerda de aquellas vueltas que le caracterizaban en sus orígenes y sabe elegir con acierto entre un repertorio lleno de temas conocidos, interpretando baladas como ‘Culpable’ y ‘Dígale’ (proyección con letra incluida) a la par que seduce con su movimiento de caderas con canciones como ‘Esclavo de sus besos’ y ‘Lloraré las penas’, esta última unida en Madrid con ‘Cómo olvidar’, en uno de los momentos más bailables de una actuación que rozó las dos horas de duración. 


Bisbal rapeó, bailó a ritmo de bossa nova y agradeció a España su confianza en él durante todos estos años. Los bises le sirvieron para pasar del traje a la camiseta mientras homenajeaba a su tierra con ‘Al Andalus’ y ‘Torre de Babel’, piropeaba a sus seguidoras con ‘Mi princesa’ y hacía mover los pies a todos los presentes con ‘Diez mil maneras’, el primer single de su último disco y uno de los temas que más sonarán este verano por toda la geografía española.


El público sigue estando de su lado y los escenarios parecen continuar aportándole un sentido gozoso de la existencia mientras sus estribillos pegadizos consiguen que miles de personas unan sus voces bajo un mismo lenguaje universal: el de la música. Por todo ello, parece que hay Bisbal para rato.